No hay maestro sin estudiante

Imagina esa institución llamada escuela, con su personal directivo y administrativo, un maestro con todas las herramientas técnicas y tecnológicas para desarrollar su clase, pero el aula está vacía. Exacto, la verdadera esencia de la educación es el estudiante, sin él nada tiene sentido.
Dentro de las bondades de mayo se encuentra esta celebración, el “día del estudiante” y aunque actualmente, festejamos con algún día de campo, verbena o alguna otra actividad de convivencia, empero, los orígenes de esta conmemoración son muy distintos, es resultado de las movilizaciones estudiantiles, de grupos de jóvenes que buscaban hacer valer sus derechos como estudiantes, la autonomía de su escuela, y a través de protestas, liberarse del yugo de la política en su escuela.
Por lo cual, en esta fecha tan importante, valoremos a nuestros jóvenes, que realizan esta actividad. Ser estudiante, evoca al ejercicio mismo de estudiar, pues por definición, estudiante, es el o la que estudia y esta actividad, se desarrolla dentro de un entorno, incluyendo una estructura, un espacio, un esfuerzo personal y un reconocimiento social. 
En ocasiones, con nuestras acciones como sociedad, no protegemos ni respetamos a estos jóvenes, no es raro que el transporte público no quiere darles servicio, porque se les cobra menos, no les damos el paso peatonal cuando vamos en nuestro vehículo, nos molestamos cuando están frente a nosotros en la fila de comida rápida, nos incomoda que su energía y su ocurrencia se haga presente en sus comentarios en un lugar público.
Es por eso que, desde aquí, les envío una gran felicitación a todos los estudiantes de los diferentes niveles educativos, y sepan que, como maestro, comparto con ustedes sus sueños, sus preocupaciones, sus problemas y retos que enfrentan, por ello me permito también, disfrutar sus logros y victorias como propias.
Y Ya que se acercan los periodos de graduación, no resta mas que mirar lo mucho que han crecido, lo mucho que han aprendido y animarlos a seguir: siempre adelante, mi querido estudiante, 
Celebremos este día, sin dejar de lado esta reflexión, escrita desde el corazón y por supuesto, desde la mirada del maestro…