Elecciones 2024, (parte uno)
Esta semana cierran las campañas, en fortuna para algunos, y en detrimento para otros, quienes encuentran en ellas la forma de hacerse notar, a la pura manera de político en campaña.
El periodo de campañas, que en esta semana se ve manchado por la tragedia en el mitin del candidato presidencial en Nuevo León, es una etapa de romanticismo de los aspirantes con el pueblo, tratando de conquistar y convencer.
Estos días de invasión publicitaria en medios de comunicación deja, además de un gran e innecesario derroche económico, un evidente desconocimiento de los verdaderos problemas y necesidades sociales de la nación.
En mis últimos artículos he mencionado, cómo las conmemoraciones, del día de la mujer, del día del niño, del maestro, del estudiante, etcétera, se desvirtúan con el tiempo, modificando y olvidando las bases y fundamentos, derivados de protestas, de luchas, para la consecución de los derechos.
De la misma manera sucede con el ejercicio de la democracia en las elecciones generales en México. El próximo dos de junio, se elegirán; alcaldes, diputados, senadores y presidencia de la república y es lamentable que se registre poca participación de la ciudadanía.
Este artículo de reflexión es apartidista, pero no por eso dejo de exhortar a que se ejerza este derecho, derivado también de la lucha y la búsqueda de los derechos humanos, celebremos nuestro derecho, emitiendo el voto, según sus intereses, según su simpatizante, según considere sea lo mejor para nosotros como sociedad, participemos en los ejercicios sociales de la democracia.
Aún tenemos días para analizar las propuestas, revisar nuestra casilla, tomar nuestra decisión y participar como ciudadano en las elecciones…
