Opinión

Jesús Trujillo: La impostura de los libros secuestrados

  • Por Juan Durán Arrieta
Jesús Trujillo: La impostura de los libros secuestrados

Aunque es un maestro muy consciente y capaz, el doctor Jesús Adolfo Trujillo Holguín, quizá no previó que podría ser la gota que derramara el vaso. Y, dicho por él mismo, como maestro observa, sin más tintes políticos que la defensa de la educación pública: “estar en los zapatos de la gobernadora en la 4a semana sin libros” representa un hecho que la pone en un callejón sin salida.

Es el propio maestro y doctor en educación, quien nos explica luego de su incursión en palacio de gobierno en Chihuahua capital: “El gobierno del estado de Chihuahua ahora carece de argumentos para continuar con esa postura violatoria del interés superior de la niñez y se excusa en decir que el asunto está en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como si la controversia constitucional hubiera llegado sola hasta ahí. Lo único que hacen es avanzar en un callejón sin salida.”

Comprometido con las mejores causas de la educación en Chihuahua, y ante el grave error de reaccionar por parte de la Secretaría de Educación y Deporte con sancionar al maestro que se atrevió a “usar a los niños”, a este respecto nos dice: “Si van a investigar al maestro que “utiliza a los niños”, desde ahora les adelanto que es cierto. Los he usado para corear la frase “Queremos libros”, los he usado para pintar la barda de su escuela, los he usado para impermeabilizar los techos de la biblioteca, los he usado para barrer su salón de clases. Soy culpable de involucrarlos en los problemas de su comunidad, los he usado en plantar árboles, para que cultiven su huerto escolar. Los seguiré “usando” para todo lo que esté dentro del marco de la ley, en lo que marca nuestra política educativa a nivel nacional.”

No hace falta mayor interpretación, nuestro querido maestro lo hace por sí solo en su muro de Facebook: “En tremenda encrucijada se encuentra la gobernadora del estado de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, al arribar la 4ª semana en que su gobierno mantiene secuestrados los libros de texto gratuito destinados a la educación básica en Chihuahua. 

Encrucijada porque sea cual sea el resultado, ese escenario no pinta para nada bien ni para si imagen, ni para la ventaja política que pretendía obtener a costa de sacrificar el bien más preciado que tiene una sociedad, que es la educación de sus niñas y niños.

Lo que pretendía ser una emulación de la “guerra por el agua”, ahora se convirtió en un callejón sin salida que tendrá altos costos, sea cual sea el resultado.”

Y en verdad, el maestro hace su propio análisis. A mi lo que me asombra es la forma como con algo tan sencillo pudo exhibirse algo tan obvio. Finalmente, la realidad pone las cosas donde están, lo hizo el maestro que acompaña a sus alumn@s a una visita por distintos lugares donde, para “revisar la Ruta de la Independencia”, logró exhibir en toda su crudeza la impostura gubernamental. 

El doctor Tujillo sigue en su análisis de este suceso:

“Escenario 1: Si la Suprema Corte de Justicia de la nación resuelve a favor de que se entreguen los libros de texto gratuitos, habrá triunfado la justicia y se hará evidente una posición ególatra que se aprovechó de un tema coyuntural para sacar ventaja política, aún y cuando se llevara entre los pies a la educación y los derechos de las niñas y los niños de Chihuahua.

Escenario 2: Si la corte resuelve en contra de la entrega de los libros de texto gratuitos, se dejará a los niños y profesores de educación básica sin un recurso sumamente importante para el proceso educativo y esto se verá reflejado -indudablemente- en un retroceso educativo que, sumado a las consecuencias de la pandemia, nos colocará en una posición de rezago educativo acentuado en las zonas y sectores de mayor vulnerabilidad, donde no será posible compensar con otros materiales educativos ni con los cuadernillos elaborados por gobierno del estado. Qué decir del malestar social que esto desencadenará.

Tremenda encrucijada en la que se encuentra la gobernadora de nuestro estado…”

Así con esta sentencia lapidaria, cierra una de sus reflexiones en su muro del face el reconocido investigador de la Universidad Autónoma de Chihuahua. 

Evidente su capacidad para que, con un acto sencillo pero muy significativo, ponga las cosas en su lugar y le otorgue el peso específico a cada decisión, la de él con esta protesta, las decisiones de los que nos hemos manifestado de diversos modos contra la postura del gobierno del estado, y la de los niños que lo acompañaron el pasado viernes a palacio de gobierno estatal donde, al unísono, gritaron casi en la puerta de la oficina de la gobernadora, la necesidad de los libros, y con ello, la desmesura de su idea de considerar como “basura” un bien tan sustantivo como son los libros de texto.

No le esta resultando la jugada a Maru. Los libros no pudieron ser convertidos en rehenes político electorales como lo hicieron en 2021 con el asunto del agua de las presas. Esta vez no resultó la jugada porque se trata de un bien que nos trastoca a todos: los que nos dedicamos a la educación, y los que observamos las mejores formas de hacer sociedad.

Me entusiasma mucho el ejercicio del doctor, primero porque coincidí con él en los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua donde ambos realizamos estudios de doctorado; segundo, porque su capacidad manifiesta se traduce ahora en este momento donde parece asestarle una estocada final a la impostura de secuestrar los libros, y creer que, de ahí se puede obtener renta electoral.

Lo del maestro Jesús Adolfo Trujillo Holguín, habla por sí solo. En los pasillos donde coincidimos era evidente su sencillez, la profundidad de su mirada tras las inseparables gafas, pero sobre todo la forma como acometía sus tareas: siempre decidido, trabajador, serio, responsable y sincero.

Tras de su rostro afable, escondía una sencilla sonrisa y una vocación a la atención a los demás. Verlo ahora, el pasado viernes en este pasaje de protesta por defender a los libros secuestrados, lo ennoblece aún más, y lo muestra como el ser humano que es, y el valor con que cuenta la escuela mexicana. Nos toca defender su valiente postura, que Gobierno del Estado no intente siquiera ensañarse con él. Es largo el periplo de errores, y, debemos evitar, como lo han pretendido, que una sanción contra el maestro no se convierta en la parte también agresiva de esta impostura gubernamental. Que se entreguen los libros, parece resultar el mal menor. El profesor Trujillo puso en el centro lo fundamental de este debate: la impostura del gobierno del estado.