Hoy, 19 de octubre… pero de 1970 fallece en la ciudad de México a los 75 años de edad, víctima de cáncer, el general Lázaro Cárdenas del Rio.
Después de Benito Juárez el presidente más importante y más querido de México, un hijo de la Revolución, fue el michoacano Lázaro Cárdenas del Rio.
“Tata” Lázaro así lo llamaban las mujeres y hombres michoacanos los más pobres los purépechas; tata en purépecha significa algo así como padre, don, señor era una forma respetuosa de dirigirse a él.
Tata Lázaro nació el 21 de mayo de 1895 en Jipilpan, Michoacán, de origen humilde y tuvo una educación rudimentaria se incorporó en 1913 a los 18 años a la Revolución;
En 1913, se incorporó filas revolucionarias de Martín Castrejón, después estuvo bajo el mando de Álvaro Obregón, su primer enfrentamiento armado fue en 1915 contra los Villistas y sofocó la sublevación de los Indios Yaquis.
Alcanzo el grado de general a los 25 años de edad, fue dirigente del Partido Nacional Revolucionario (PNR), gobernador en dos ocasiones del Estado de Michoacán el último periodo fue de 1928 a 1932, más tarde fue electo Presidente de México para el sexenio 1934-1940, reorganizo su partido y le cambio el nombre por el del Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
Al tomar posesión acondicionó un predio en el barrio del Chavitito, para vivir ahí y ocuparlo como casa presidencial, mandó sembrar muchos pinos y oyameles y así fue como se le dio el nombre de los Pinos, lugar que se ha usado como Casa Presidencial.
Su gobierno marcó en el enfrentamiento que tuvo con Plutarco Elías Calles a quien obligó a dejar el país en 1936.
La historia señala que Cárdenas exigió la renuncia de su gabinete porque se opusieron a las disposiciones a favor de la clase obrera y campesina.
Su gobierno destacó por la Reforma Agraria que hizo, expropió el petróleo, creó los ejidos en el agro mexicano, creó más carreteras y caminos, creó la C.T.M., nacionalizó los ferrocarriles, dio asilo político a los exiliados españoles durante la guerra civil, creó el I.P.N., la Escuela Nacional de Educación Física, el I.N.A.H., el Colegio de México, transformó el Castillo de Chapultepec, impulsó iniciativas para la clausura de las casas de juego.
Su legado fue el haber creado más ciudades, pueblos, comunidades, calles y carreteras. Debido a eso muchos de los anteriores llevan el nombre de Lázaro Cárdenas en honor a su lucha por la integración y avance de su país.
Sin duda unos de los momentos cruciales de su vida fueron cuando por una situación que el destino aun no llamaba al “Tata” Lázaro fue cuando el presidente Obregón, al momento de imponer a Calles como candidato a presidente en las elecciones de 1924 se le rebelan las tres quintas partes del ejército, encabezadas por el entonces gobernador de Sinaloa, el tenor Adolfo de la Huerta.
El General Rafael Buelna Tenorio, se declaró partidario de Adolfo de la Huerta Era temido y respetado por todos los revolucionarios debido a su gran arrojo y valentía. Quizá queriendo impresionar a Obregón, el General Lázaro Cárdenas le tendió una emboscada en Tultititlán, Jalisco, pero Buelna le destrozó todas sus fuerzas y lo hizo prisionero. Cárdenas herido, pensó que sería fusilado conforme a la costumbre de aquellos tiempos, pero en lugar de esto, Buelna le perdonó la vida y lo llevó personalmente a su casa donde se aseguró que fuera curado, dejándolo libre a él y a las fuerzas que había capturado.
Cuando Obregón se enteró de que el General Cárdenas había caído prisionero comentó: “Pero qué ocurrencia de Cárdenas, presentarle batalla al “Granito de Oro”.
El ascenso en la carrera militar del joven Lázaro sucedió de forma vertiginosa, y después de haber pasado por las filas del general Plutarco Elías Calles, entre otras operaciones, a los 25 años fue designado general brigadier. Lázaro Cárdenas del Río es el ejemplo de lo que significa un estadista verdadero.
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